Investigar, es el camino
primario que antecede a cualquier
conocimiento, es la vía para abordar un problema, precisamente porque
investigar es una de las acciones más
instintiva que tenemos independiente de nuestra condición e instrucción, avanza
junto a la evolución de la humanidad, es una razón que nos permite accionar nuestra capacidad
de asombro siendo profundamente vulnerable en nuestro desarrollo humano, es una
elaboración sensible al mundo y esa misma sensibilidad, es la que nos lleva a
hacernos preguntas tras el pasar de los años las cuales seguirán fluyendo con la fragilidad de
respuestas que afloran durante toda la vida.
De todos los campos posibles de investigar, el horizonte de la
investigación educativa posee una importancia primaria, aporta nuevos
conocimientos desde la perspectiva epistemológica y del estudio de los factores inherentes al acto
educativo en sí, hasta llegar a una investigación reflexiva y práctica, donde
se pueden diseñar, construir y modificar escenarios que forman parte de nuestro diario vivir. Al
respecto, Albert, citado por Cruz (2014) señala que de manera general, puede
decirse que la investigación educativa constituye la aplicación de conceptos como conocimiento
científico, ciencia, método científico e
investigación científica aplicados en el
ámbito de la educación, abordando cuestiones
y problemas relativos a la naturaleza, epistemología, metodología, fines
y objetivos en el marco de la búsqueda progresiva de conocimiento en el contexto
educativo.
Cruz, A. (2014). Importancia
de la investigación educativa [Documento en línea]. Disponible: https://www.transformacion-educativa.com/index.php/articulos-sobre-educacion/54-importancia-de-la-investigacion-educativa
[Consulta: 2018, Mayo 27].
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