LA
INVESTIGACIÓN EDUCATIVA se define como la explicación sistemática y
racional de los problemas de la realidad educativa, a través de la búsqueda de
nuevos conocimientos, del análisis de las funciones, los métodos y los procesos
educativos, contribuyendo primordialmente a:
- Conocer los factores históricos, culturales, sociales y económicos que han regido las acciones y que han dado sentido y dirección al sistema educativo en diferentes épocas.
- Desarrollar conceptos, enfoques y esquemas bajo los cuales se puedan interpretar los fenómenos educativos.
- Generar marcos teóricos desde los cuales se adopte una actitud crítica de la situación que priva en determinado momento.
- Fundamentar el desarrollo y la implantación de nuevos modelos educativos.
- Obtener datos que permitan una planificación congruente con las políticas educativas nacionales.
- Evaluar cada uno de los procesos, programas, actores y centros que conforman el sistema educativo.
En suma, la investigación educativa contribuye a
mejorar la práctica cotidiana de los docentes, elevando la calidad de la
educación que se imparte.
La investigación educativa, se puede entender en
forma generalizada, como un conjunto de acciones sistemáticas con objetivos
propios, que apoyados en un marco teórico o en uno de referencia, en un esquema
de trabajo apropiado y con un horizonte definitivo, describen, interpretan o actúan
sobre la realidad educativa, organizando nuevos conocimientos, teorías,
métodos, medios, sistemas, modelos patrones de conducta y procedimientos
educativos o modificando los existentes
Estos términos han pasado por un largo proceso
histórico, de hecho hablar sobre los procesos construidos en esos tiempos
históricos, en relación a esta temática, resulta más bien superficial con
respecto a los efectos que produjeron en los procesos sociales establecidos.
Sin embargo, se trata de contribuir a demarcar el énfasis que se le da al
mismo. Por tal motivo, se entiende el hecho de que no existe fenómeno educativo
alguno que no esté vinculado a las contingencias económicas y sociales y por
ende a las inquietudes investigativas, que enmarcan cualquier evento histórico
de acontecimientos sociales relevantes en la praxis humana.
Si desglosamos dichos términos, podemos expresar
primeramente que desde el punto de vista de su etimología, investigar proviene
del latín in (en) y vestigare (hallar, inquirir, indagar, seguir vestigios) lo
que conduce al concepto más elemental de descubrir o averiguar alguna cosa,
seguir la huella de algo, explorar. De esta manera, se podría considerar a un investigador,
como aquella persona que se dedica a alguna actividad de búsqueda,
independiente a su metodología, propósito e importancia. De allí, que el
término investigar, ha sido visto como el modo natural y más apropiado de
aprender. De hecho, todos los seres humanos hacemos investigación o buscamos
conocer la realidad, desde cualquier situación llámasela educativa, política,
religiosa y cultural, entre otros. Para algunos, investigar es un proceso
difícil de aplicar, que solo hacen de forma exclusiva algunas personas que
tienen “talento especial”, generalmente en centros o institutos especializados,
donde se ocupan de aspectos lejanos de la realidad cotidiana. Sin embargo, la
investigación educativa, no es nada de eso, sino una realidad que se construye
en un contexto, a partir de la interacción con otros sujetos en la cotidianidad
educativa. Por ello, se hace necesario desmitificar el concepto que encara la
investigación como progreso exclusivo de seres dotados, así como es preciso
entenderla como una actividad que exige habilidades, dominio de conocimientos generales
y específicos, dominio de métodos, técnicas e instrumentos, manejo e
interpretación de la información. Entendemos que el trabajo del investigador
así como de otras profesiones exige formación continua, dominio de
conocimientos, capacidades de reflexión, análisis y crítica, compromiso social
y político, condiciones necesarias para encarar la posibilidad de fortalecer en
cualquier país, los procesos sociales a través del aporte de la investigación,
cultivada en los espacios educativos, específicamente en la educación superior,
sean estos desarrollados bajo la óptica paradigmática cuantitativa y/o
cualitativa. En este sentido, Ander-Egg (1995, p.23), expresa que en la
práctica científica “El sujeto del conocer está implicado en la realidad y de
ella no puede separarse ni por especulación científica ni por especulación filosófica.
El hombre que se constituye en la historia y en la praxis está inmerso en una
realidad de cuya totalidad forma parte también como sujeto cognoscente”. Es
así, como el mismo autor (1995, p.57) entiende por Investigación:...el
procedimiento reflexivo, sistemático, controlado y crítico que tiene por
finalidad descubrir o interpretar los hechos y fenómenos, relaciones y leyes de
un determinado ámbito de la realidad..., una búsqueda de hechos, un camino para
conocer la realidad, un procedimiento para conocer verdades parciales –o
mejor–, para descubrir no falsedades parciales. Por su parte, Serrano (2004,
p.37), expresa que “la investigación es una actividad deliberada y sistemática
de búsqueda que conduce a la conceptualización, la expresión, la concepción y
la producción de algo nuevo (descubrimiento e invención)”. Igualmente
entendemos, en forma general que existen otras definiciones sobre
investigación, que lo consideran un proceso netamente interpretativo de
indagación y búsqueda, basados no solamente en el método científico, sino en
otras tradiciones metodológicas tales como la biografía, la fenomenología, la
teoría fundamentada, la etnografía, el estudio de casos y la historia de vida,
los cuales están insertos en una perspectiva humanística, compleja y holística,
que intentan dar sentido también, a los fenómenos sociales de la realidad
educativa. Sin embargo, indiferentemente de la postura teórica-metodológica no
debemos olvidar que la relación sujeto-objeto es el principio articulador de
todo el andamiaje epistemológico y científico de la investigación.
Con respecto al término educación, en su sentido
etimológico proviene del latín educare, que quiere decir conducir, criar,
alimentar, nutrir y edúcere que significa llevar a, extraer, sacar lo que el
sujeto tiene dentro.
LA
INVESTIGACIÓN EDUCATIVA EN LA FORMACIÓN INTEGRAL DEL FUTURO EDUCADOR
Inicialmente estas definiciones fueron aplicadas en
relación al cuidado y pastoreo de animales, luego fueron trasladadas al campo
de la crianza y cuidado de los niños y posteriormente fue trasladado al campo
de la enseñanza y el aprendizaje.
Actualmente, compartimos la conceptualización
amplia, sobre educación emitida por varios autores como Pérez-Esclarín (1994,
p.9), quien expresa que es “algo más sublime e importante que trasmitir
determinados saberes, conocimientos o conceptos, legitimaciones ideológicas,
fórmulas científicas, explicaciones de procesos naturales. Educar es contribuir
a formar auténticas personas”. Igualmente, este mismo autor expresa que.
“educar es alumbrar personas autónomas, libres y solidarias. Es en definitiva,
enseñar a ser y enseñar a aprender” (p.23). El enseñar a ser y a aprender, son
elementos claves en todo proceso que se genere en el ámbito de la investigación
educativa. La educación, es tan compleja, como dice Ander EGG (2009, p.26), que
hasta puede contribuir al fortalecimiento de la democracia, la ciudadanía, la
cultura de la paz, la convivencia, la tolerancia, los derechos humanos y, como
consecuencia de todo esto, a mejorar la calidad de vida. Esto es posible, si
esos planteamientos se dan realmente en la práctica de valores como: el bien
común, la justicia social, la solidaridad, honestidad y el respeto, para
generar una sana convivencia, en pro del fortalecimiento de la ciudadanía.Una
vez, definidos dichos términos en forma independiente, se llega a la
conformación de lo que hoy en día se entiende por Investigación Educativa, para
ello se toma la conceptualización elaborada por Blasco y Pérez (2007, p.19),
quienes expresan que la Investigación Educativa “trata las cuestiones y
problemas relativos a la naturaleza, epistemología, metodología, fines y
objetivos en el marco de la búsqueda de conocimiento en el ámbito educativo”.
En este sentido, se puede definir como un conjunto de acciones sistemáticas con
objetivos propios, que apoyados en un marco teórico o en uno de referencia,
describen, interpretan o actúan sobre la realidad educativa, organizando nuevos
conocimientos, traducidos en teorías, métodos, medios, sistemas, modelos y
procedimientos educativos, entre otros, que generen alternativas de cambios en
la realidad socioeducativa.
2 comentarios:
Para dar inicio a la investigación en general, cabe señalar que es una actividad orientada a la obtención o hallazgo de nuevos conocimientos; indistintamente de cuáles sean esos conocimientos, pueden ser referidos a las artes, a las letras o a conocimientos científicos. Según, Jean Pierre Vielle 1989, (citado por Albert, 2007) explica el concepto afirmando que: la investigación se extiende como todo proceso de búsqueda sistemática de algo nuevo. Este “algo” producto de la investigación, no es solamente del orden de las ideas y del conocimiento, sino que genera resultados diversos y muy diferentes, nuevas ideas, conceptos, teorías, nuevos diseños, valores, prototipos. Como bien es cierto, la investigación educativa se refiere a un conjunto de métodos que comparten las características de la indagación sistemática que está dirigida y documentada de tal forma que el argumento puede ser examinado minuciosamente. Sin dejar a un lado que la investigación es un proceso que pretende de manera sistemática, dar respuesta a preguntas, explicación a fenómenos y la solución a problemas.
LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA REPRESENTA EN LA FORMACIÓN INTEGRAL DEL FUTURO EDUCADOR; UNA FORMA DE INTEGRAR LA FAMILIA, LA ESCUELA Y LA COMUNIDAD EN LA SOLUCIÓN DE LOS PROBLEMAS QUE AQUEJAN AL SECTOR EDUCATIVO DE UNA MANERA HOLISTICA.
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