MSc. Macry Zamora
Correo Electrónico: macri_jzf@hotmail.com
RESUMEN
El presente artículo
tiene por finalidad explicar algunos elementos referenciales en cuanto a la
investigación educativa, como eje fundamental en la remantización
holística del docente del siglo XXI.
Específicamente, se exponen la relación que tienen los conceptos de Educación,
Investigación y Realidad Social, como base fundamental en la orientación
teórica de la investigación, para ello se examinó sobre el vínculo existente entre:
Docencia-investigación, Investigación-Realidad Social, ante
la exigencia de nuevas perspectivas teóricas donde se postula la urgencia de
reivindicar lo humano y cualitativo presente en la búsqueda del conocimiento de
lo social y educativo. Se trata de una
indagación teórica con carácter interpretativo y crítico de estudios
seleccionados. Además se destaca la importancia del quehacer del investigador educativo.
Palabras Claves: Investigación,
Educativa, Remantizacón, Holística.
,
EDUCATIONAL RESEARCH AS A HOLISTIC REMANTIZATION OF
THE TEACHER OF THE 21ST CENTURY
ABSTRACT
The present article has as objectives some referential elements regarding educational research, as a fundamental axis in the holistic remast of the 21st century. Specifically, the relationship between the concepts of Education, Research and Social Reality is exposed, as a fundamental basis in the theoretical orientation of research; for this, the link between: Teaching-research, Research-Social Reality, before the demand of new theoretical perspectives was examined where the urgency of claiming the human and qualitative present in the search for knowledge of social and educational is postulated. It is a theoretical inquiry with interpretative and critical character of selected studies. It also highlights the importance of the task of the educational researcher.
Keywords: Research, Educational, Remantization, Holistic
INTRODUCCIÓN
Uno de los procesos más significativos
y relevantes de la praxis docente lo constituye la Investigación Educativa, la
cual se emplaza como una actividad intelectual de producción de conocimiento que
permite re significar el campo de la indagación
y fortalecer al docente en un papel protagónico dentro del proceso de la
investigación y de la Educación. Pues esta se puede
entender en forma generalizada, como un conjunto de acciones sistemáticas con
objetivos propios, que apoyados en un marco teórico o en uno de referencia, en
un esquema de trabajo apropiado y con un horizonte definitivo, describen,
interpretan o actúan sobre la realidad educativa, organizando nuevos conocimientos, teorías, métodos,
medios, sistemas, modelos, patrones de conducta y procedimientos educativos o
modificando los existentes.
Cabe destacar, que el docente no
debe ser concebido como el trasmisor de conocimientos, dador de clases o
expositor de hechos y teorías, solamente; sino como aquel que deberá
desempeñarse como un facilitador de oportunidades que propicien experiencias
significativas de aprendizajes, un promotor, orientador y por supuesto
investigador. Por otra parte, vale recalcar, que existen algunas
características relevantes de la personalidad que han de complementar y
configurar el perfil de un docente investigador; a saber: la creatividad, la innovación, y la reflexión crítica.
En este sentido, la Investigación Educativa,
es concebida como el conjunto de acciones sistemáticas que van a remantizar la
realidad educativa, en un momento histórico determinado y acorde con un
contexto muy bien definido.
La Investigación Educativa y
sus Alcances
Discutir
los aspectos relacionados con el desarrollo educativo de un país conlleva a la
consideración de múltiples elementos, dentro de los cuales obligatoriamente
aparece la investigación educativa, como componente esencial en la formación de
todo educador. Al respecto, Restrepo (2010), indica que la investigación
educativa está centrada en lo pedagógico, en lo ético y en lo metodológico; sea ella referida a los estudios históricos
sobre la pedagogía, a la definición de su espacio intelectual, o a la
investigación aplicada a objetos pedagógicos en busca del mejoramiento del
hecho educativo; como es el caso de la indagación del currículo, los métodos de
enseñanza, y demás factores inherentes al acto educativo: tiempo de
aprendizaje, medios y materiales, organización y clima de clases, procesos de
interacción o comunicación.
De ahí, la investigación educativa,
por ser considerada un proceso continuo y organizado; constituye una herramienta
fundamental para todas y cada una de las instituciones que hacen vida activa en
el ámbito educativo. Por ello debe ser concebida como el instrumento por
excelencia, por una parte, para solventar situaciones educativas y por otra,
como recurso pedagógico-didáctico para el fortalecimiento y crecimiento
personal-profesional de todos los partícipes: Docentes, estudiantes; incluso
comunidad del sistema educativo.
En
este sentido, considerando a Delgado (2006), la
investigación educativa ha recorrido un camino marcado por el positivismo como
paradigma establecido, desde la concepción de ésta en el marco de la pedagogía
experimental, hasta ser utilizada como un instrumento para la reproducción del
conocimiento; razón por la cual, en la actualidad, dicho paradigma se justifica
en la investigación como uno más dentro del amplio espectro que en el devenir
histórico se ha confrontado el discernimiento; para atender la búsqueda,
construcción y recreación del conocimiento de todo lo social y humano.
En
consecuencia, esta concepción se introyecta como una teoría y práctica de
investigación enraizada en causa efecto de lo científico educativo, en la cual
se profundizan nociones materialistas de objetividad, racionalidad y verdad en
las que el conocimiento tiene un papel instrumental en la solución de los
problemas educacionales y donde persiste la tendencia a explicar desde un punto
de vista técnico, social y educativo el conjunto de resultados en la
construcción de egresados altamente comprometidos con su devenir histórico
Sumado
a eso, se tiene que dentro del marco de las diversas transformaciones que
ocurren en la sociedad y frente a la incertidumbre que se vive a diario, es
prioritario que, la educación se tome en cuenta como un factor de promoción, desarrollo
e igualdad entre los seres humanos; por ello, no se duda que es uno de los pilares
fundamentales para construir la paz y la libertad de las personas. De allí que,
la Comisión Internacional de Educación para el siglo XXI (1996), destaca que en
la: “Agenda de la humanidad no hay problema más importante que la Educación” (p.17).
Por lo tanto, es necesario que la educación se centre en el desarrollo integral
del individuo, ofreciendo un mensaje espiritual de calidad y abierto a una
sociedad pluralista, donde se formen seres sociales, abiertos a la
comunicación, al diálogo; es decir, ciudadanos capaces de asumir responsabilidades
en su contexto y a la vez aprendan a mirar la realidad y se apropien de la
misma.
En
efecto, Díaz (1993), afirma que: “La formación es una actividad eminentemente
humana por medio de la cual el hombre es capaz de recrear la cultura; se trata
de una aproximación histórica que sólo el hombre puede efectuar sobre los
productos de su tarea” (p.45). De allí, la importancia de efectuar un análisis
más detallado sobre el significado que puede asumir el término formación, dentro
de un contexto plural y de investigación educativa; sobre todo considerando las
implicaciones que tiene y puede tener si, de lo que se trata, es de ubicar un núcleo
problemático central para el aprendizaje visto desde la investigación y de otros
procesos educativos en los que el sentido de realidad, devenga en un horizonte
cultural como campo de posibilidades para situarnos como sujetos de y en la
historia.
De manera que, se necesita repensar
la formación del futuro educador como investigador educativo, porque mediante
dicha formación se tiene grandes posibilidades de incidir en el desarrollo de
las actitudes críticas y reflexivas de los estudiantes. Ya que, la formación de
formadores no puede ser concebida como aplicadores acríticos de las ideas de
los especialistas, por lo que ha de predominar la
investigación educativa, pues esta se
constituye como un espacio de articulación entre actividades de enseñanza y
gestión, generación de conocimiento científico y de material de difusión sobre
los procesos educativos. Con ello, es posible atender problemáticas focalizadas
y transitar hacia estructuras de relación más innovadoras, estimulando la
búsqueda de nuevos conocimientos y la aplicación de ellos.
Para
ello, se requiere que la persona que enseña, se convierta realmente en un
docente-investigador, es decir que posea conocimientos teóricos necesarios para
impartir los contenidos, que desarrolle habilidades investigativas pertinentes y
posea actitudes que le permitan enseñar a través de la investigación. En
consecuencia, es necesario adquirir experiencias en este campo y asumir una
actitud diferente en el proceso educativo y fuera del ámbito académico, con el
fin de que el profesor viva, sienta y goce su actividad docente tal como la
expresa Ruiz y Rojas (2001), que permitan orientar los procesos de
investigación tanto para desarrollar la asignatura, como para orientar el
proceso de enseñanza y aprendizaje.
Por
lo tanto, el profesor investigador estimulará cambios de actitud de sus
estudiantes, con el fin de propiciar la participación activa. Al respecto,
Serrano (2004), expresa que “la investigación es una actividad deliberada y
sistemática de búsqueda que conduce a la conceptualización, la expresión, la
concepción y la producción de algo nuevo (descubrimiento e invención)” (p.37).
Indudablemente, los nuevos tiempos académicos demandan mejores
educadores-investigadores y por ende la conformación de un cuerpo metodológico,
técnico y científico que redundaría indefectiblemente en una educación más
comprometida y de mejor calidad.
En
este sentido, la investigación educativa como una categoría de la
investigación, debe ser comprendida como un acto sustantivo, significativo y
comprometido en el propósito de abordar las problemáticas y situaciones que
afectan el contexto socioeducativo y la producción de conocimientos. Lo que
implica la generación de nuevos aprendizajes, nuevas teorías, reflexiones y
acciones a partir de la investigación.
De
allí el requerimiento de la investigación educativa y los investigadores, para
la identificación de aquellos aspectos del contexto socioeducativo que afectan
y frustran los fines educacionales y, de esta manera, ofrecer nuevas
interpretaciones teóricas mediante las cuales los actores involucrados eliminen
o superen tales limitantes, al reflexionar sobre las situaciones, para
recrearlas y transformarlas a partir de sus propias acciones. Por cuanto la
misión de la investigación educativa consiste en generar teorías sustantivas
que tengan su fundamento en las complejidades de la realidad práctica.
REFLEXIONES FINALES
El
reto reinante radica en optimar la calidad de la educación, y para ello la investigación
es el principal pívot y las Universidades
e Institutos de Educación Superior, son las instituciones llamadas para tal
fin. Asimismo, hay que erigir espacios
para la discusión y producción intelectual, que conlleven a plantear
alternativas de mejoras y cambios a través de la investigación y también para
fortalecer las prácticas pedagógicas en la realidad educativa y social donde
estas instituciones consoliden su compromiso social.
Para
ello, es necesario el desarrollo de un docente investigador que posea una
sólida formación, que se caracterice por ser continuador de prácticas
investigativas, con dominio de conocimientos, capacidad de reflexión, análisis
y crítica, compromiso social y política, condiciones necesarias para el trabajo
ético, consciente del rigor que acompaña la construcción del trabajo
científico. Por ello, se puede afirmar que es fundamental tomar en cuenta las
competencias de investigación en la formación del futuro educador, de manera
que asuma el compromiso de desarrollar cualquier enfoque investigativo dentro
del contexto que le corresponda asumir en el ámbito educativo.
REFERENCIAS
Comisión
Internacional de Educación para el siglo XXI ,1996.
Delgado, F. (2006). Paradigmas y Retos de la Investigación
Educativa. Una Aproximación
Crítica. Mérida, Venezuela: Consejo de Publicaciones de la
Universidad de Los Andes.
Díaz, B. (1993) Ensayos sobre la Problemática
Curricular. Edit Trillas,S.A. México, Documento en la red.
Disponible en: http://64.233.161.104/search?q=cache:T7ukF2RAl8J:usuarios.lycos.es/enfermeriaperu/eduenfer/perfilprof2.htm+Modelo+Evaluacion+curricular&hl=es.
Restrepo, B. (2010). "Prólogo: Semilleros de Investigación: Relevancia de una Experiencia
Colectiva" Orígenes y Dinámica
De Los Semilleros De Investigación En Colombia. La Visión De Los Fundadores .
En: Colombia ISBN: 978-958-732-024-4 ed: Taller Editorial De La
Universidad Del Cauca.
Ruiz y Rojas, (2001) Vínculo docencia-investigación. Para una formación integral,
Colombia: Plaza y Valdés.
Serrano,
G. (2004) Investigación cualitativa.
Retos e interrogantes. I. Métodos, Madrid, La Muralla, España.
SÍNTESIS CURRICULAR.
SÍNTESIS CURRICULAR
Información Personal:
Cédula de identidad. V- 9167791
Profesión. Contador Público
Estudios realizados:
Magister. En Gerencia Mención. Finanzas
Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA)
Cursando Estudios Doctorales En ciencias de la educación
En La Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA)
Experiencia Laboral:
Institución Financiera
Cargo. Funcionario Bancario
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