miércoles, 23 de mayo de 2018

INVESTIGACIÓN EDUCATIVA


¿Cuál es el origen de la investigación educativa?

Los orígenes de la investigación educativa se sitúan a fines del siglo XIX, cuando en pedagogía se adopta la metodología científica. Esta investigación, como disciplina de base empírica, se llamó primeramente pedagogía experimental, designación similar a la de psicología experimental, utilizada por Wundt en 1880.

La investigación Educativa

Teniendo presente que una simple definición siempre deja concepto tan amplio como es el de Investigación educativa  intentaremos sintetizar su conceptualización en la siguiente idea: Un conjunto sistemático de conocimiento acerca de la metodología científica  aplicada a la investigación de carácter empírico sobre los diferentes aspectos relativos a la educación.
Hacer investigación  educativa significa aplicar el proceso organizado, sistemático y empírico que sigue el método científico para comprender, conocer y aplicar la realidad educativa, como base para construir la ciencia y desarrollar el conocimiento científico de la educación.  
La investigación educativa siempre se ha centrado en un amplio espectro de temas explícitamente detallados en las principales áreas de investigación educativa, Forner (2000), apunta a la clásica entre los ámbitos más relacionados con investigar sobre la educación, investigar  para la educación o investigar en educación.

Fundamentación

 Ante los cambios acelerados de conocimiento y la diversidad de paradigmas, se requiere de profesionales competentes que den respuesta a los problemas de una realidad compleja y dinámica; que adopten una actitud reflexiva y crítica con respecto a la realidad educativa y que posean idoneidad técnico-profesional para investigar científicamente esa realidad y transformarla creativamente.
Se necesita también de profesionales que se asuman como pensadores, es decir como sostiene Paulo Freire, que "realicen la tarea permanente de estructurar la realidad, de preguntarle y preguntarse sobre lo cotidiano y evidente, tarea ineludible para todo trabajador social."
Considero que los especialistas de la educación deben comprometerse como investigadores de su propia práctica y reflexionar críticamente acerca de la misma para mejorarla, a través del contraste, el diálogo, el debate, la deliberación y la experiencia compartida sobre prácticas pedagógicas habituales. 
 Por otra parte, se hace indispensable para aprender a investigar, tener una experiencia directa con la problemática a estudiar, cuyas conclusiones superen la mera recolección de información. Para ello, es fundamental introducir las herramientas de investigación en el estudio de situaciones cotidianas, para un posterior análisis teórico-reflexivo y la implementación de estrategias superadoras de esas prácticas.
Para finalizar, creo que es necesario propiciar, organizar e implementar un espacio de promoción, investigación y desarrollo, como acciones continuas y sistemáticas en el marco de la formación de investigadores de la educación.

Referencias
 Freire, Paulo: "La educación como práctica de la libertad". Siglo XXI Editores, México, 1988
 Borsotti C. Y otros: La situación problemática. El problema de investigación. (Fichas de trabajo de la Universidad de Luján.)
Kuhn, Tomas: "La estructura de las revoluciones científicas".F.C.E., México, 1971.


1 comentario:

Oswaldo Godoy dijo...

En la fundamentación, cuando te refieres a "profesionales que se asuman como pensadores" y luego a "los especialistas de la educación deben comprometerse como investigadores de su propia práctica y reflexionar críticamente acerca de la misma para mejorarla", me haces recordar a Antonio Gramsci, el hablaba de dos tipos de intelectuales: los tradicionales y los intelectuales organicos, los primeros, se dedican a las actividades de erudicción y se definen más por el trabajo que hacen que por el papel que desempeñan en la sociedad. Pero los intelectuales orgánicos son aquellos capaces de liderar técnicas, organizativa e influir sobre los grupos a los cuales pertenecen. La formación de docentes como intelectuales orgánicos para impulsar la investigación educativa, es importante, porque estos deben asumir la responsabilidad intelectual y ética de los espacios donde laboran, para consolidar el desarrollo de la educación en sincronía con las demandas que surgen desde la sociedad, la economía, la política y la cultura.

LÍNEA DE TIEMPO