sábado, 30 de junio de 2018


ANA MARIA BENITEZ


ANÁLISIS 

PARADIGMA POSITIVISTA Y SU INFLUENCIA EN LA EDUCACIÓN
(Del grupo tres)

 En la actualidad vivimos en una era pos moderna en la que reina por sobre todo la incertidumbre, la contingencia, donde los saberes son inciertos, donde ya no existen verdades absolutas, y a su vez la realidad está en constante transformación gracias al avance tecnológico, aun estando en esta realidad, la estructura del sistema educativo sigue anclada en ese modelo inmanente del Positivismo, aunque en la interna de la educación, en la cotidiana, se vive desde la contingencia y la perplejidad. Plantear propuestas complejas, que tome en cuenta la diversidad de realidades y de sujetos, que trascienda lo meramente fragmentario de la disciplina específica, constituye todo un desafío y una demanda que nos hace la actualidad.

El positivismo es una corriente de pensamiento filosófico, científico, de explicar cómo es el conocimiento que llamamos científico y de qué manera debe hacerse la ciencia para decir que los resultados corresponden a la verdad de lo que se busca. Además, es   denominado para muchos el método científico. Desde Aristóteles el conocimiento cierto de las cosas tenía que ver con la observación; así se sigue en la Edad Antigua y la Media hasta que con Galileo los hombres de ciencia consideran que la verdad científica debe ser cuantificada y que todo conocimiento que no pudiera ser así se consideraba metafísica o simple especulación.

Augusto Comte quiso modificar la sociedad de su tiempo y comienza por explicar que una sociedad para cambiar necesita hacerlo a partir del conocimiento. En su análisis de cómo había sido a través de la historia el conocimiento determina distintas etapas de desarrollo del mismo, que fue a lo que le dio el nombre de ley de los tres estados o estadios del conocimiento. De aquí surge su concepción de cuál era el verdadero conocimiento, al que le llamó positivo. Al caracterizar Comte cómo debía de ser el conocimiento positivo estipula que debía de provenir de la observación y de la experimentación. De esta manera es como Comte  surge como padre de la forma de hacer ciencia.

Esa forma de hacer ciencia ha sido discutida desde Comte, pero en la cuantificación propuesta por Galileo y la observación y experimentación de Comte, se promete el progreso de la sociedad al permitir esta forma de trabajo científico, desarrollar ciencia y tecnología, que es lo que ha propiciado  la supremacía de un modo de producción como es el capitalismo.

El positivismo ha dejado en la ciencia una metodología de trabajo conveniente en sus tiempo, hoy debemos estar abiertos a la construcción de otro mundo, de la naturaleza vista de otra forma y debemos estar conscientes de la destrucción que hemos alcanzado con un medio para hacer ciencia, que nos parece fácil pero en donde no medimos las consecuencias y sólo pensamos en el ideal que tuvo el positivismo, en sus inicios, de alcanzar el progreso. El positivismo es la corriente filosófica creada por el francés Augusto Comte según la cual las ciencias positivas nos permiten conocer con objetividad los hechos por medio de las leyes que éstas descubren. Escobar Venezuela (2004).

El origen de estas leyes está en la necesidad de toda sociedad de una teoría cualquiera para ligar los hechos; el espíritu humano no tiene facilidad para realizar esta operación y recurre a entes teológicos, estado teológico, a entes abstractos, estado metafísico. La historia de las ciencias demuestra que todas han pasado, según Comte, por los tres estados, y que aún las más perfeccionadas conservan huellas de los estados primitivos mencionados. Lledó, Emilio y otros (2004).

Demuestra también la ley de los tres estados la inteligencia individual.

1. El estado teológico. El estado teológico corresponde a la Edad Antigua. En este estado los hechos naturales se explican mediante causas extrínsecas a la naturaleza; las causas son invisibles y son entendidas como divinidades.
2. El estado metafísico. El estado metafísico es un estado intermedio entre el teológico y el positivo; la diferencia está en sustituir las divinidades y los agentes sobrenaturales por entidades ontológicas; por ejemplo las esencias, las causas. Son elementos distintos a como se presentan las cosas ante la experiencia sensible.

3. El estado positivo. El estado positivo es la subordinación constante de la imaginación a la observación. Para Comte el estado teológico y metafísico son obra de la imaginación y de la fantasía; el fetichismo, las divinidades  y las entidades ontológicas son cuentos inventados por la imaginación, inadecuados para explicar el más mínimo detalle de la realidad y de los hechos que en ella se desarrollan.
Positivismo y Educación

El positivismo nace en un momento histórico de Europa Occidental a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Surge de la necesidad del saber del porqué de las cosas, debido a que los hombres no encontraron una respuesta en la religión, buscaron respuesta en la ciencia.

Augusto Comte fue el primero en utilizar el término Positivismo. El positivismo es una disciplina que estudia el conocimiento científico, un sistema filosófico que se basa en la experiencia. Cuando nos referimos a Comte como el primero en emplear el término Positivismo, podemos identificar tres fases en la historia que cambiaron cuando se empezó a adquirir mayores conocimientos científicos.

 Esta educación persigue un individuo inflexible, de mentalidad cerrada, individualista y a-critico (falta de sentido crítico, acrítico, o es quien critica sin discernimiento, o la falto de sentido, persona poco juiciosa, sin discernimiento). En este aspecto el sujeto aprende al acumular memorísticamente los hechos ya ocurridos, de esta manera el método que se basa en la memorización fue y continúa siendo el más utilizado.

Cuando hablamos de la influencia que marco el positivismo a la educación podemos decir que esta buscaba formar un nuevo tipo de humanos que fuese libre de defectos, con un espíritu practico, se buscó un reemplazo a la educación escolástica. El positivismo contribuyo en gran manera a la educación, ha aportado a la construcción del conocimiento científico, también contribuyo a la educación laica y coeducación. 
Conclusión

Finalmente, creo que el Positivismo consiste en la base que señala la realidad y la tendencia constructiva para el aspecto teórico de la doctrina, el positivismo es el culto de la humanidad como ser total y simple o singular, las cuales tiene un objeto o componente principal, que es la filosofía y el gobierno de una sociedad.

El espíritu positivo tiene que fundar un orden social. La constitución de un saber positivo es la condición de que haya autoridad social suficiente, y esto refuerza el carácter histórico del positivismo. Este es, en definitiva, el aspecto más verdadero e interesante del positivismo, el que hace que sea realmente, a despecho de todas las apariencias y aun de todos los positivistas, filosofía.

Es real, es definitivo. En él la imaginación queda subordinada a la observación. La mente humana se atiene a las cosas. El positivismo busca sólo hechos y sus leyes. No causas ni principios de las esencias o sustancias. Todo esto es inaccesible. El positivismo se atiene a lo positivo, a lo que está puesto o dado: es la filosofía del dato. La mente, en un largo retroceso, se detiene al fin ante las cosas. Renuncia a lo que es vano intentar conocer y busca sólo leyes de los fenómenos.     
           
Referencias




Marín Maglio Federico, EL POSTIVSIMO Y LAS CIENCIAS SOCIALES, República Argentina. Abril de 1998.






3 comentarios:

Unknown dijo...

Considero que nosotros como futuros doctores debemos reflexionar sobre la manera como estamos desarrollando nuestras prácticas educativas, tomando en cuenta los planteamientos señalados por el órgano rector como lo es la UNESCO, adaptando los mismos a los diseños curriculares actuales de cualquier nivel educativo, incorporando dentro de las planificaciones estrategias innovadoras y atractivas a los estudiantes con la finalidad de despertar habilidades de pensamiento de orden superior: crear, evaluar, analizar, aplicar, comprender, memorizar; bajo un modelo interdisciplinar, a través del trabajo en equipo y la comunicación efectiva con la ayuda de las tecnologías disponibles, usando el proceso dialectico para plantear y dar solución de problemas a situaciones que se presentan en el mundo real dentro de un contexto de aprendizaje. Es una tarea pendiente, ambiciosa y muy importante para el desarrollo biopsicosocial de esta generación, donde una de las consignas principales es Educación para todos (EPT) como herramienta para la transformación y valor agregado en esta Sociedad del Conocimiento.

Unknown dijo...


El paradigma positivista tiene un enfoque cuantitativo el cual se basa en la recolección de datos, con la finalidad de buscar una explicación mecanicista de los fenómenos de la realidad, es un paradigma dominante en algunas comunidades científicas y sirvió de antesala a los nuevos paradigmas.

Noraima Guerrero dijo...

En relación a tu excelente y armónica disertación, descubro elementos transcendentes que bien merecen ser ratificados. De acuerdo al paradigma positivista, acuñado en Francia a inicios del siglo XIX y que representó en su momento un significativo avance científico y educativo, se introdujeron nuevas variables que permitieron la transformación de las formas del pensamiento hacia un método y un rigor de carácter científico. Sus limitantes, se observan y pronuncian en cuanto a que no considera conocimiento científico aquellos elementos no cuantificables o susceptibles de medición.

Por otra parte, coincido en tu reflexión académica, cuando manifiestas que en el ámbito educativo, el positivismo permitió generar nuevas formas de abordar el hecho educativo, que representaron en su momento una revolución desde el pensamiento escolástico al conocimiento científico, siendo el reto de nuestros días, aplicar los nuevos paradigmas para complementar la educación positivista hacia las nuevas formas del conocimiento del siglo XXI .Honor y éxitos.

LÍNEA DE TIEMPO