ANA
MARIA BENITEZ
ANÁLISIS
PARADIGMA POSITIVISTA
Y SU INFLUENCIA EN LA EDUCACIÓN
(Del grupo tres)
En la actualidad vivimos en una era pos
moderna en la que reina por sobre todo la incertidumbre, la contingencia, donde
los saberes son inciertos, donde ya no existen verdades absolutas, y a su vez
la realidad está en constante transformación gracias al avance tecnológico, aun
estando en esta realidad, la estructura del sistema educativo sigue anclada en
ese modelo inmanente del Positivismo, aunque en la interna de la educación, en
la cotidiana, se vive desde la contingencia y la perplejidad. Plantear propuestas
complejas, que tome en cuenta la diversidad de realidades y de sujetos, que
trascienda lo meramente fragmentario de la disciplina específica, constituye
todo un desafío y una demanda que nos hace la actualidad.
El positivismo es una corriente de pensamiento filosófico, científico, de
explicar cómo es el conocimiento que llamamos científico y de qué manera debe
hacerse la ciencia para decir que los resultados corresponden a la verdad de lo
que se busca. Además, es denominado
para muchos el método científico. Desde Aristóteles el conocimiento cierto de
las cosas tenía que ver con la observación; así se sigue en la Edad Antigua y
la Media hasta que con Galileo los hombres de ciencia consideran que la verdad
científica debe ser cuantificada y que todo conocimiento que no pudiera ser así
se consideraba metafísica o simple especulación.
Augusto Comte quiso modificar la sociedad de su tiempo y comienza por
explicar que una sociedad para cambiar necesita hacerlo a partir del conocimiento.
En su análisis de cómo había sido a través de la historia el conocimiento
determina distintas etapas de desarrollo del mismo, que fue a lo que le dio el
nombre de ley de los tres estados o estadios del conocimiento. De aquí surge su
concepción de cuál era el verdadero conocimiento, al que le llamó positivo. Al
caracterizar Comte cómo debía de ser el conocimiento positivo estipula que
debía de provenir de la observación y de la experimentación. De esta manera es
como Comte surge como padre de la forma de hacer ciencia.
Esa forma de hacer ciencia ha sido discutida desde Comte, pero en la
cuantificación propuesta por Galileo y la observación y experimentación de
Comte, se promete el progreso de la sociedad al permitir esta forma de trabajo
científico, desarrollar ciencia y tecnología, que es lo que ha propiciado
la supremacía de un modo de producción como es el capitalismo.
El positivismo ha dejado en la ciencia una metodología de trabajo
conveniente en sus tiempo, hoy debemos estar abiertos a la construcción de otro
mundo, de la naturaleza vista de otra forma y debemos estar conscientes de la
destrucción que hemos alcanzado con un medio para hacer ciencia, que nos parece
fácil pero en donde no medimos las consecuencias y sólo pensamos en el ideal
que tuvo el positivismo, en sus inicios, de alcanzar el progreso. El
positivismo es la corriente filosófica creada por el francés Augusto Comte
según la cual las ciencias positivas nos permiten conocer con objetividad los
hechos por medio de las leyes que éstas descubren. Escobar Venezuela (2004).
El origen de estas leyes está en la necesidad de toda sociedad de una
teoría cualquiera para ligar los hechos; el espíritu humano no tiene facilidad
para realizar esta operación y recurre a entes teológicos, estado teológico, a
entes abstractos, estado metafísico. La historia de las ciencias demuestra que
todas han pasado, según Comte, por los tres estados, y que aún las más
perfeccionadas conservan huellas de los estados primitivos mencionados. Lledó,
Emilio y otros (2004).
Demuestra también la ley de los tres estados la inteligencia individual.
1. El estado teológico. El estado teológico corresponde a la Edad Antigua.
En este estado los hechos naturales se explican mediante causas extrínsecas a
la naturaleza; las causas son invisibles y son entendidas como divinidades.
2. El estado metafísico. El estado metafísico es un estado intermedio entre
el teológico y el positivo; la diferencia está en sustituir las divinidades y
los agentes sobrenaturales por entidades ontológicas; por ejemplo las esencias,
las causas. Son elementos distintos a como se presentan las cosas ante la
experiencia sensible.
3. El estado positivo. El estado positivo es la subordinación constante de
la imaginación a la observación. Para Comte el estado teológico y metafísico
son obra de la imaginación y de la fantasía; el fetichismo, las
divinidades y las entidades ontológicas son cuentos inventados por la
imaginación, inadecuados para explicar el más mínimo detalle de la realidad y
de los hechos que en ella se desarrollan.
Positivismo y Educación
El positivismo nace en un momento histórico de Europa Occidental a finales
del siglo XIX y comienzos del XX. Surge de la necesidad del saber del porqué de
las cosas, debido a que los hombres no encontraron una respuesta en la
religión, buscaron respuesta en la ciencia.
Augusto Comte fue el primero en utilizar el término Positivismo. El
positivismo es una disciplina que estudia el conocimiento científico, un
sistema filosófico que se basa en la experiencia. Cuando nos referimos a Comte
como el primero en emplear el término Positivismo, podemos identificar tres
fases en la historia que cambiaron cuando se empezó a adquirir mayores
conocimientos científicos.
Esta educación persigue un individuo
inflexible, de mentalidad cerrada, individualista y a-critico (falta de sentido
crítico, acrítico, o es quien critica sin discernimiento, o la falto de
sentido, persona poco juiciosa, sin discernimiento). En este aspecto el sujeto
aprende al acumular memorísticamente los hechos ya ocurridos, de esta manera el
método que se basa en la memorización fue y continúa siendo el más utilizado.
Cuando hablamos de la influencia que marco el positivismo a la educación
podemos decir que esta buscaba formar un nuevo tipo de humanos que fuese libre
de defectos, con un espíritu practico, se buscó un reemplazo a la educación
escolástica. El positivismo contribuyo en gran manera a la educación, ha
aportado a la construcción del conocimiento científico, también contribuyo a la
educación laica y coeducación.
Finalmente, creo que el Positivismo consiste en la base que señala la
realidad y la tendencia constructiva para el aspecto teórico de la doctrina, el
positivismo es el culto de la humanidad como ser total y simple o singular, las
cuales tiene un objeto o componente principal, que es la filosofía y el
gobierno de una sociedad.
El espíritu positivo tiene que fundar un orden social. La constitución de
un saber positivo es la condición de que haya autoridad social suficiente, y
esto refuerza el carácter histórico del positivismo. Este es, en definitiva, el
aspecto más verdadero e interesante del positivismo, el que hace que sea
realmente, a despecho de todas las apariencias y aun de todos los positivistas,
filosofía.
Es real, es definitivo. En él la imaginación queda subordinada a la
observación. La mente humana se atiene a las cosas. El positivismo busca sólo
hechos y sus leyes. No causas ni principios de las esencias o sustancias. Todo
esto es inaccesible. El positivismo se atiene a lo positivo, a lo que está
puesto o dado: es la filosofía del dato. La mente, en un largo retroceso, se
detiene al fin ante las cosas. Renuncia a lo que es vano intentar conocer y
busca sólo leyes de los fenómenos.
Referencias
3 comentarios:
Considero que nosotros como futuros doctores debemos reflexionar sobre la manera como estamos desarrollando nuestras prácticas educativas, tomando en cuenta los planteamientos señalados por el órgano rector como lo es la UNESCO, adaptando los mismos a los diseños curriculares actuales de cualquier nivel educativo, incorporando dentro de las planificaciones estrategias innovadoras y atractivas a los estudiantes con la finalidad de despertar habilidades de pensamiento de orden superior: crear, evaluar, analizar, aplicar, comprender, memorizar; bajo un modelo interdisciplinar, a través del trabajo en equipo y la comunicación efectiva con la ayuda de las tecnologías disponibles, usando el proceso dialectico para plantear y dar solución de problemas a situaciones que se presentan en el mundo real dentro de un contexto de aprendizaje. Es una tarea pendiente, ambiciosa y muy importante para el desarrollo biopsicosocial de esta generación, donde una de las consignas principales es Educación para todos (EPT) como herramienta para la transformación y valor agregado en esta Sociedad del Conocimiento.
El paradigma positivista tiene un enfoque cuantitativo el cual se basa en la recolección de datos, con la finalidad de buscar una explicación mecanicista de los fenómenos de la realidad, es un paradigma dominante en algunas comunidades científicas y sirvió de antesala a los nuevos paradigmas.
En relación a tu excelente y armónica disertación, descubro elementos transcendentes que bien merecen ser ratificados. De acuerdo al paradigma positivista, acuñado en Francia a inicios del siglo XIX y que representó en su momento un significativo avance científico y educativo, se introdujeron nuevas variables que permitieron la transformación de las formas del pensamiento hacia un método y un rigor de carácter científico. Sus limitantes, se observan y pronuncian en cuanto a que no considera conocimiento científico aquellos elementos no cuantificables o susceptibles de medición.
Por otra parte, coincido en tu reflexión académica, cuando manifiestas que en el ámbito educativo, el positivismo permitió generar nuevas formas de abordar el hecho educativo, que representaron en su momento una revolución desde el pensamiento escolástico al conocimiento científico, siendo el reto de nuestros días, aplicar los nuevos paradigmas para complementar la educación positivista hacia las nuevas formas del conocimiento del siglo XXI .Honor y éxitos.
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