LA IMPORTANCIA DEL CONCEPTO DE INVESTIGACIÓN EDUCATIVA
Blanca Guerrero
En la época actual, cuando nos encontramos frente a las
exigencias de la globalización, al analizar la relevancia del concepto de investigación educativa y lo que representa
para la pedagogía y las ciencias de la educación, se puede establecer que para
Massimino (2010:1) esta se define como: “La explicación sistemática y racional
de los problemas de la realidad educativa, a través de la búsqueda de nuevos
conocimientos, del análisis de las funciones, los métodos y los procesos
educativos”. Sin embargo, para estos tiempos, esta surge con una nueva
perspectiva teórica y epistemológica de los saberes referidos a la
investigación, lo cual supone ante todo,
un cambio en algunas de sus interpretaciones, las cuales, si bien, han ido
evolucionando en la historia, estas en ciertos escenarios, han avanzado en disonancia con la realidad emergente, lo que ha impactado en el ejercicio mismo de
la investigación y ha incidido en la transformación de la realidad del
contexto educativo, en algunos casos de manera superficial y simplificada y en
otros de
un modo más favorable, en cuanto a logros y avances en materia educativa.
.
Desde este ámbito,
la investigación educativa dado los múltiples elementos que la conforman, debería ser abordada desde una perspectiva transcompleja,
tal como lo señala (Moreno, 2016: 33) “La complejidad de la realidad emerge de entenderla, no como aquello
que el ser humano es capaz de controlar bajo sus parámetros, sino de la
naturaleza misma, de cómo se comporta ésta en su totalidad”. En este sentido, la
investigación educativa viene a ser objeto de
múltiples interpretaciones y enfoques; y en
consecuencia ha tratado problemas relativos a ella, dando resultados que han generado expectativas, las cuales en ocasiones, no han terminado por satisfacer las exigencias
de los estándares de calidad que giran
en torno a ella, lo que propicia una actitud de replantear el concepto en sí,
dirigido a vencer algunas prácticas de
la inercia de la repetición, dados por la fuerza de la costumbre o formación de
quien investiga.
Esto supone, cada
vez más elevar los niveles de las competencias y contar con las herramientas esenciales para el
desarrollo del ejercicio investigativo, en cualquier área y en este caso en
particular en la educación, donde tales herramientas, por lo general, sobre
todo en el contexto latinoamericano, son difíciles de accesar, por la
estructura y complejidad que caracterizan
nuestros sistemas educativos. En cuanto a las competencias, estas estarían referidas,
entre otras, al dominio del saber científico; saber que busque cómo piensa la
ciencia, como abordarla y como se puede crear a partir de ella, la construcción de un conocimiento que permita el accionar en función de transformar
la realidad educativa, con el propósito de ir a la par de los adelantos
científicos y tecnológicos, que han irrumpido de forma abrumadora en nuestra
cotidianidad y que han entrado imperativamente en nuestras aulas, incidiendo en
los tradicionales y cuestionados procesos de enseñanza – aprendizaje, los
cuales en algunos casos conspiran con la configuración de la identidad y
formación integral de nuestros educandos.
Desde otra perspectiva, se puede señalar que
la investigación educativa debe ser vista
como una opción que facilite el desenvolvimiento del pensamiento
creativo y crítico del investigador, es decir, debe ser divergente en cualquier
ámbito donde desarrolle sus ideales de
manera perfecta y única, aspectos necesarios para expandir el nivel
cognoscitivo, elevar el desarrollo axiológico y determinar los estilos y
modelos de aprendizaje que se imparten en nuestras instituciones.
En tal sentido, este investigador, en nuestra
época actual debe estar en capacidad de hacer uso de los diferentes medios y
tecnologías de información y comunicación con los que debe interactuar a diario.
Estos recursos que hacen más atractiva y sistemática la investigación, le permitiría
crear y desarrollar nuevos métodos acordes con las dinámicas del mundo contemporáneo.
.
En este sentido, Carrasco y Calderero (2000:21), expresan que “existe una
unidad de investigación educativa con diferentes enfoques mutuamente
complementarios”.
Por lo tanto, se requieren los aportes necesarios para la
implementación de prácticas actualizadas, contar con el manejo de ciertos
elementos claves como: el diseño curricular,
objetivos institucionales, conocer las necesidades
de aprendizaje individual y colectivo, la realidad política, social, económica
y cultural del entorno educativo y toda esta gama de elementos, estar
acompasados entre sí, para ir en búsqueda de una investigación significativa,
con el fin de lograr la eficacia esperada.
En conclusión, los elementos que enmarcan la
investigación educativa, deben contar con un accionar que sea referente para la configuración de una nueva
realidad en el ámbito educativo, todo con el propósito esencial de dar
respuestas realmente efectivas, ante las grandes demandas que exige la
intricada realidad que atañe al campo de la educación, el cual viene a
constituirse para el investigador, como especie
de mapa de navegación en el complejo mar del escenario educativo.
Referencias:
Cruz, A. (2014). Importancia de la
investigación educativa [Documento en línea].
Disponible:
https://www.transformacion-educativa.com/index.php/articulos-sobre-
educación/54-importancia-de-la-investigacion-educativa [Consulta: 2018,
Mayo 27].
Massimino, L. (2010).Qué
es la investigación educativa (Documento en línea).
Disponible: https://www.lauramassimino.com/proyectos/webquest/1-1-que-es-la- investigación-educativa (Consulta:
2018, Junio 18)
Paz, M. (2003).Investigación
cualitativa en educación. (Documento en
línea).Disponible: https:
//www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798.(Consulta:
2018, Junio 17)
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