jueves, 5 de julio de 2018

REFLEXIÓN: DESAFÍOS DE LA EDUCACIÓN DEL SIGLO XXI


Mónica Cosme, C.I. 15.532.566

DESAFÍOS DE LA EDUCACIÓN DEL SIGLO XXI


Ante los inminentes cambios que impera en el mundo actual, tanto en el ámbito económico, político, cultural, así como por la estampida tecnológica, se emergen nuevos escenarios sociales, que obliga necesariamente a reflexionar sobre la clase de individuos que la sociedad futura demanda, así como dar paso a otras concepciones y estar dispuestos a abrir el abanico de oportunidades que ofrece una vida profundamente cambiante.

Esta realidad plantea transformaciones en los sistemas educativos, que sea capaz de revolucionar los procesos de enseñanza para a asumir los retos y desafíos del siglo XXI. Por consiguiente, se requiere una educación flexible que vaya más allá de la centralidad del conocimiento en el docente y la escuela, de la trasmisión de la información al estudiante, es necesario una educación más dinámica, que responda al mismo ritmo de los cambios, que pueda formar a los individuos para el futuro, capacitarlos para afrontar las diversas dificultades de un entorno tan complejo.

En donde, el papel de las instituciones educativas no solo sea brindar una educación a los alumnos, sino un espacio que conlleve a prepararlos para la vida, esta debe ser direccionada como una comunidad de aprendizaje, en la que exista una colaboración comunitaria entre padres, profesores y los propios alumnos.

De igual manera, esta exigencia amerita reformar el rol del docente, con una visión más integradora, como un gestor axiológico, orientado a una formación de valores y conciencia al alumno, que busque el desarrollo de habilidades, conocimientos y capacidades, así como el estímulo de su creatividad e innovación.
           
Desde esta perspectiva, la educación tiene retos futuros, sus propósitos se están diversificando, hay una urgente necesidad de vincular la escuela con el aparato productivo, con los problemas sociales, ya que el sistema educativo actual no se ha adecuado al contexto de los estudiantes, pues no ha tomado en cuenta su realidad social y económica, sus necesidades y expectativas.

En este sentido, De Zubiria (2013) propone los siguientes desafíos que deberá enfrentar la educación en las próximas décadas:

1.    Privilegiar el desarrollo frente al aprendizaje: para permitir a los estudiantes interpretar, analizar y argumentar la información que accede a través del uso de la tecnología.

2.    Abordar al ser humano en su complejidad (diversidad e integralidad): el docente debe reconocer las diversas dimensiones humanas y el compromiso de desarrollar en los estudiantes cada una de ellas, las cuales son: cognitiva, comunicativa, social, valorativa y práxica.

3.    Priorizar el trabajo en competencias básicas: al aprovechar las capacidades que posea el estudiante.

4.    Desarrollar mayor diversidad y flexibilidad curricular en la educación básica y media: dejando a un lado el trabajo rutinario y sincronizado para promover la originalidad, la fluidez y el pensamiento independiente.

5.    La formación de individuos más autónomos: los docentes deben lograr que sus estudiantes dejen de necesitar su apoyo y participación, para que estén en capacidad de tomar todas y cada una de sus decisiones de manera responsable.

6.    Favorecer el interés por el conocer: incentivar la preocupación por la ciencia, la necesidad de preguntarse, la motivación por comprender el funcionamiento del mundo social, natural y matemático.

7.    Favorecer la solidaridad y la diferenciación individual: con el estímulo en la ayuda hacia el prójimo para afrontar el mundo tan desigual e inequitativo como en el que se vive.

8.    Desarrollar la inteligencia intra e interpersonal: la escuela debe formar niños que se conozcan más a sí mismos y que sepan entender los gestos y las expresiones de los demás así expresar las propias. 

No obstante, adicional a lo planteado para lograr la excelencia educativa adaptada al nuevo y futuro contexto, se requiere la participación de todos los involucrados, de acuerdo a lo señalado por Torres (1994) en donde afirma que el “Estado y Sociedad Civil, Organismos no gubernamentales y organizaciones populares, sistema educativo y familia, iglesia y medios de comunicación requieren asumir compromisos” (p.109).  Estos compromisos deben ser asumidos como un esfuerzo social, conjunto y coordinado.


Referencias Bibliográficas

 De Zubiría, J. (2013). El maestro y los desafíos a la educación en el siglo XXI. Editorial Revista Redipe 825.

Torres, R. (1994). ¿Qué (y cómo) es necesario aprender? Necesidades básicas de aprendizaje y contenidos curriculares. Quito, Ecuador: Libresa.


6 comentarios:

Unknown dijo...

Pienso que el surgimiento del paradigma positivista ayudo al hombre a comprender y conocer el mundo, a salir de la época del oscurantismo la cual estaba manipulada por el Clero en ese entonces, dando fe de que el mundo natural existe y que puede ser analizado, explicado, controlado y comprobado de manera independiente de los fines y valores de los individuos, utilizando la vía hipotético-deductiva de manera lógica y metodológica aplicable a cualquier ciencia, donde la teoría ha de ser universal, sin vinculación a un contexto especifico. Su aplicabilidad en el área educativa proporciona una aproximación al análisis de los fenómenos que se suscitan en el campo educativo de manera cuantificable para poder hacer análisis e interpretaciones de los mismos.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...


Hoy en día la educación sin la tecnología está alejada de las necesidades de los estudiantes, por ello es necesario conocer nuevas formas de apoyar el aprendizaje. Donde se tome como punto de partida la necesidad que tienen los individuos de actualizarse. El uso de las tecnología a nivel mundial va cada día en constante evolución, por tal motivo es indispensable que todas las personas con acceso a internet estén en sincronía con dicho proceso de evolución, pues el mismo se da de forma cotidiana y es el medio más actualizado para comunicarnos con el resto del mundo.
Al hacer referencia a la comunidad de educadores que tienen la responsabilidad de impartir conocimientos en los diferentes niveles y modalidades del ámbito educativo, se puede decir que dichos profesionales deben tomar conciencia y estar a la vanguardia de las tecnologías y desafíos del siglo XXI. Se requiere profesionales comprometidos y dispuestos a aceptar los cambios, entre los que destacan: intercambio de saberes, información, debates de proyectos y propuestas enfocadas en la importancia que tienen para el proceso de enseñanza- aprendizaje .
Los entes gubernamentales deben velar por el buen ambiente de trabajo para los docentes y estudiantes, donde se permitan actualizaciones de los profesionales de la docencia, además de acondicionar los espacios educativos con equipos que se adapten a las transformaciones tecnológicas.

Noraima Guerrero dijo...

Excelente disertación manifestada en la ponencia “Desafíos de la Educación del Siglo XXI”. El basamento teórico expresado dejo evidenciado que: el aula de clases se ha mantenido incólume durante los últimos 150 años, desde la llegada del positivismo, la educación memorista y replicación del conocimiento docente-estudiante ha sido el centro del proceso enseñanza-aprendizaje.
Con la aparición de los nuevos métodos y paradigmas, los avances científicos y la comprensión de la realidad humana integral, con una perspectiva holística, se vuelve imperativa la transformación de la realidad educativa dentro de los nuevos parámetros que conforman la percepción del ser como entidad bio-psico-social. La docencia del siglo XXI tiene entonces el reto de desaprender los viejos métodos educativos y adaptar sobre la marcha, o corre el riesgo de quedar relegada en su función social. Como bien dijera Simón Rodríguez "Inventamos o erramos".

Blanca Guerrero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Blanca Guerrero dijo...

Los desafíos que se vislumbran en nuestra educación, nos generan múltiples expectativas, en torno a cómo enfrentar los cambios que se han presentado y se avecinan en materia educativa, sin embargo, esto se constituye en un reto a seguir, donde el abanico de desafíos, que reviste esta realidad, nos permite asumir una postura acorde con las exigencias del caso, lo que debe impulsarnos a asumir el compromiso de atender esta demanda, desde una perspectiva histórica, trascender por encima de las dificultades y limitaciones, llevando a cabo un accionar con excelencia, que permita emerger de los actores involucrados que forman parte de este escenario lo mejor de sí mismo.
De esta manera, este accionar antes de ser liberador, debe ser para la vida, pero no de cualquier vida, sino de la vida humana, y en primer lugar de la vida de quienes se están formando en nuestras instituciones educativas, a quienes debemos de enseñar, no solo los contenidos teóricos, sino también que sepan aprender a interpelar y cuestionar, con su palabra ininteligible en principio, las certezas o la sabiduría de su realidad y de quienes la conforman.

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