IMPORTANCIA DE LA INVESTIGACION EDUCATIVA

IMPORTANCIA DE LA INVESTIGACION EDUCATIVA

Rosa Guerrero

      La investigación como acción humana es la actividad más transcendental de la sociedad.  El ser humanos tiene una tendencia natural a indagar sobre el sentido de las cosas. Es capaz de despertar la curiosidad, la reflexión, el cuestionamiento y la duda que constituyen las bases fundamentales de toda autentica y legítima investigación. De allí que la investigación va desde los más elementales y cotidianos hechos hasta la investigación científica, con el rigor que la caracteriza. Navarro (2017) define la investigación como un proceso sistemático de resolución de interrogantes y búsqueda de conocimiento que tiene unas reglas propias, es decir un método.

      La investigación científica, con todo su rigor,  aplicada a la educación, a partir de los años sesenta va a dar origen a lo que hemos llamado investigación educativa. Tal concepto se ha ido modificando a medida que han surgido nuevos enfoques para el tratamiento de los fenómenos educativos. Según Abero (2015) la investigación educativa es un proceso de indagación, de carácter científico y por lo tanto sistemático, que tiene claramente definido un problema de investigación. Así mismo, plantea la incorporación de objetivos dentro de un marco teórico y la transversalidad paradigmática desde la misma investigación educativa, la presencia o no de hipótesis, la aplicación de una metodología de tipo cualitativo o cuantitativo, dentro de un proceso que supone la obtención de sus resultados que no son ni definitivos ni absolutos. 

     La investigación educativa constituye un concepto de apasionado estudio. Enfocar hoy la calidad de la educación pasa por aceptar la investigación como ente para la construcción de la ciencia y desarrollar el conocimiento científico de la educación. A fin de comprenderla y transformarla en un contexto histórico particular, ciertamente la investigación educativa está organizada y es sistemática para garantizar la cotidianidad de los nuevos conocimientos obtenidos, a fin de que éstos conformen una plataforma para comprender los procesos educativos así como para la optimización de la educación.

     Existen tres dimensiones que involucran diferentes metodologías  y teorías al investigar: el nivel macro (social y global), el nivel meso (centro y comunidad local) y el nivel micro (el aula). Los dos primeros niveles, el macro y el meso desde una visión sociológica, se pueden aplicar las metodologías cuantitativa y cualitativa respectivamente, y en cuanto al tercero, nivel micro, está más centrada a los problemas del aprendizaje desde un punto de vista más pedagógico, considerando las estrategias didácticas adecuadas a las necesidades de los estudiantes.

     Investigar científicamente en educación requiere de aquellos conceptos inmersos en el campo de la Epistemología, la cual conforma un carácter metateórico, pues es un saber del saber. . En tal sentido Meliech, 1994, citado por Abero (2015) dice que la Epistemología es la dimensión filosófica que estudia la investigación científica y su producto, el conocimiento científico.

       La investigación educativa en Venezuela es de resiente data, es decir, como proceso abarca aproximadamente unos cincuenta años. En este sentido Martínez (2008) refiere que en el siglo XX se consolida la investigación en educación, particularmente en las universidades, a partir de los años setenta. Es en este momento cuando la investigación educativa en Venezuela tiene mayor auge dado el crecimiento del sistema educativo, --aunque en forma no planificada- y el desarrollo de los estudios universitarios.

     Tanto en el ámbito mundial como nacional, la investigación educativa representa un avance significativo dentro del campo del saber científico aplicado a la educación, en particular. Reviste de gran importancia la investigación educativa, puesto que nos permite ver la realidad dentro de un entorno determinado y dar respuestas asertivas a los retos encontrados.  En consecuencia, incrementa el conocimiento, permite identificar y diagnosticar necesidades educativas, corregir y actualizar el conocimiento, extenderlo y replicar los nuevos hallazgos, abordando los fenómenos inherentes, de forma rigurosa.  Lo que favorece la recolección de datos que servirán para el análisis e interpretación de los resultados obtenidos y en  definitiva lograr una mejor planificación, conducente a las bases para  la toma de decisiones.

Referencias

Navarro E. (2017). Fundamentos de la investigación y la innovación educativa. Universidad de la Rioja. España

Abero L. (2015). Investigación Educativa, Abriendo las Puertas del Conocimiento. Editorial CLACSO

Martínez J. (2008). El Paradigma Emergente. México. Trillas Editorial.

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